Con la sala o el auditorio aún iluminado y el telón abajo, aparecen a cada lado del escenario dos indígenas aztecas (uno en el extremo izquierdo y el otro en el extremo derecho) portando cada uno de ellos una concha marina con la cual se hacen una salutación el uno al otro y al público. Simulando como que siguen tocando sus conchas marinas, un conjunto de Corno Francés simulando el sonido de las conchas marinas proporciona la breve salutación de entrada a la obra.
Es muy importante dejar aclarado desde un principio que todas las partituras musicales que corresponden a esta obra fueron escritas desde un principio teniendo en mente su reproducción en formato MIDI, el cual tiene la ventaja de que la música se puede reproducir directamente del formato MIDI cuando se carezca de una orquesta conformada por músicos de carne y hueso. De este modo, si se transcriben las notas tal y como se están dando aquí, aunque haya algunas violaciones aparentes al estilo tradicional en el cual se escriben las partituras musicales de cualquier modo la música será reproducida correctamente de acuerdo a la intención original del autor. Esto significa que las partituras se pueden transcribir tal y como se dan aquí desde un programa computarizado de composición musical hacia su formato MIDI y tras esto ejecutar la pieza usando una tarjeta de sonido de buena calidad (por ejemplo, una tarjeta de sonido Sound Blaster).
De cualquier modo, si se cuenta con músicos profesionales para la ejecución de las partituras musicales que aquí se proporcionan, estos no deberán esforzarse mucho para poder darle una interpretación como la que están acostumbrados a darle a estas piezas bajo la escuela tradicional que se emplea en los conservatorios de música (eventualmente, en todos los conservatorios musicales se tendrá que incluír la materia de composición musical moderna usando recursos computacionales como los que ya están disponibles en la actualidad y que hace apenas algunas décadas no existían).
Tal vez aquí haya algunos que se pregunten: ¿Y por qué no subir mejor las partituras de la obra codificadas ya en formato MIDI en lugar de subirlas en formato de partitura musical tradicional que no puede ser leído fácilmente (o correctamente) por la mayoría de los músicos “líricos” que no han desarrollado las habilidades necesarias para poder leer notas directamente del pentagrama? Después de todo, si se tiene el archivo MIDI de una pieza musical, se puede abrir en cualquier computadora que tenga un buen sistema de sonido o mejor aún en un sintetizador profesional, ejecutándose la pieza directamente. Hay varias razones para subir la música en la forma que se ha hecho aquí. En primer lugar, ni Blogger ni Google dan facilidades para el almacenamiento de archivos MIDI. En segundo lugar, con MIDI no se puede almacenar el texto (las letras) que acompañan a las canciones, MIDI únicamente puede almacenar e interpretar notas musicales sin proporcionar facilidades para poder leer las letras en forma sincronizada con las notas. Y en tercer lugar, en cualquier programa computarizado respetable de composición musical se pueden transcribir las notas musicales que aquí se proporcionan, y posteriormente el mismo programa puede convertir su formato de archivo musical (por ejemplo, formato PBL de Voyetra, o formato MPS de Magix) a formato MIDI, produciendo el archivo musical ejecutable. Sin embargo, el proceso inverso es un calvario, cualquiera que haya tratado de tomar un archivo MIDI haciendo la conversión a formato de partitura musical se encontrará que es fácil que se pierda la hilación de la arquitectura original de los acordes. Lo que es puesto en el pentagrama a partir de un archivo MIDI resulta tan enredado como un archivo clasificado que requiere de un criptólogo para poder descifrarlo. Sin embargo, esto no significa que un archivo MIDI no pueda ser de utilidad. Si un archivo MIDI es escuchado, entonces al sentido del oído la intención de la partitura se vuelve inmediatamente obvia; es como tener un músico de alta precisión cronométrica ejecutando la música contenida en el archivo. Y si se tienen a la mano tanto el archivo MIDI como la partitura musical, esto permite incluso montar una obra musical con una inversión que puede ser moderada, ya que se tiene la música que será ejecutada así como las partituras con la letra que indica los lugares precisos en los cuales se hace acompañamiento de voces.
En última instancia, hay una razón muy importante por la cual es preferible combinar las partituras musicales en hojas de música convencionales con los archivos respectivos en pentagrama ya codificados a un formato como MIDI. Con cada archivo en formato MIDI enviado secuencialmente a una computadora con una tarjeta de sonido de alta calidad, o con cada archivo en formato MIDI convertido a un formato MP3 para ser interpretado por cualquier sistema de sonido (sin necesidad de tener que recurrir a una computadora) o con la ayuda de un sintentizador musical de alta calidad, toda la música se puede reproducir como música de fondo de manera muy económica en comparación con el costo que se requiere para tener un conjunto de orquesta sinfónica interpretando cada pieza musical, con los cantantes agregando sus voces usando la música de fondo como acompañamiento a sus diálogos. Esto permite la posibilidad de poder representar toda la obra completa inclusive en una institución de educación superior sin necesidad de tener que invertir en otra cosa más que el vestuario y tal vez los escenarios. El volumen de cada composición se puede ir variando desde un teclado de computadora o desde un sintetizador un o sistema de reproducción de audio según se requiera de acuerdo a la inspiración del “director de orquesta virtual”. Naturalmente, si se cuentan con la disponibilidad de músicos que puedan ejecutar las composiciones con sus respectivos instrumentos, la puesta en escena puede resultar mucho mejor, ya que el director de orquesta puede hacer algo que no se puede hacer con la reproducción de un archivo MIDI o MP3: acelerar o retardar la velocidad de la ejecución para darle más “alma” a la interpretación, con el director de la orquesta sinfónica interactuando con los cantantes; aunque esto seguramente incrementará el costo de la puesta en escena de la obra (que puede ser amortiguado buscando patrocinadores).
Sonido MIDI: French Horn
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