Sublimación
Esta es la parte final de la obra.
Al levantarse el telón, en el palacio del Emperador todos se muestran cabizbajos.
De pronto, la Gran Tenochtitlán empieza a ser sacudida por una serie de temblores, y el Emperador y todos los que le acompañan salen corriendo hacia afuera presas de pánico.
Caminando pausadamente, entra y hace su aparición en el escenario Quetzalcoatl, como el mismo hombre con barba larga y túnica blanca que se le apareció en sueños al Gran Sacerdote vaticinándole eventos futuros. Quetzalcoatl extiende y levanta sus brazos subiéndolos lateralmente hasta encima de sus hombros, y en las montañas de nieve en donde estaban Popocatepetl e Iztaccíhuatl el volcán va entrando en erupción. Quetazalcoatl baja sus brazos con la misma lentitud con la que los subió y se retira del escenario caminando pausadamente.
En una pantalla grande, se ven escenas de la lava fluyendo por la ladera del volcán así como los rescoldos de lava que están siendo arrojados.
Los temblores cesan, y el Emperador y varios consejeros y nativos aztecas regresan al palacio. Ya estando ahí, de repente uno de los aztecas levanta su brazo y apunta hacia directamente hacia las montañas de nieve, en donde puede apreciarse que el volcán ha dejado de arrojar lava y está echando humo blanco. El Emperador pide explicación a sus consejeros de lo que está sucediendo, pero ninguno de ellos tiene la menor idea de lo que pasa. Las emanaciones del volcán no duran mucho, el volcán deja de arrojar sus bocanadas de humo dejando ver en la cima de las montañas de nieve la silueta de lo que parece ser una mujer dormida. Popocatepetl e Iztaccíhuatl han sido sublimizados y han pasado a formar parte de la leyenda inmortal que será transmitida de una generación a otra. La Gran Tenochtitlán renacerá siglos después, pero como una urbe cosmopolita custodiada simbólicamente en la lejanía por la presencia de los dos volcanes.
En el cierre final de esta composición, debe haber un acompañamiento de tambores cuyor repicar aumenta en intensidad y velocidad, hasta que el telón cae súbitamente con un estruendo de platillos y tambores.
Sonido MIDI: Synthetic Strings 2
jueves, 30 de agosto de 2007
54A: Lamento de Popocatepetl
Lamento de Popocatepetl (Apertura de Inicio)
Esta composición consta de tres partes, una apertura de inicio interpretada en piano de cola acústico, seguida de la parte principal que es interpretada en cuerdas orquestales, y terminada por el cierre que es tocado nuevamente con piano de cola acústico. Las tres partes se han dividido en parte 54A, parte 54B y parte 54C, puestas en sus entradas respectivas. Esta es la parte 54A.
Sonido MIDI: Piano de cola acústico (Acoustic Grand Piano)
Esta composición consta de tres partes, una apertura de inicio interpretada en piano de cola acústico, seguida de la parte principal que es interpretada en cuerdas orquestales, y terminada por el cierre que es tocado nuevamente con piano de cola acústico. Las tres partes se han dividido en parte 54A, parte 54B y parte 54C, puestas en sus entradas respectivas. Esta es la parte 54A.
Sonido MIDI: Piano de cola acústico (Acoustic Grand Piano)
52: Iyohuilcayotl
Iyohuilcayotl (Castigo)
En lo posteriormente será interpretado como un castigo de los dioses aztecas, la Gran Tenochtitlán empieza a ser sacudida por una serie de terremotos violentos. El Gran Sacerdote, presa de pánico, acompañado por su hijo y por una doncella indefensa sube corriendo hacia la parte superior del Templo Mayor para ofrecer una doncella azteca en sacrificio para aplacar a los dioses, pero justo cuando está a punto de enterrarle el puñal y abrirle el pecho para arrancarle el corazón y elevarlo hacia el cielo, una fuerte sacudida ocasiona que tanto el Gran Sacerdote como su hijo se desplomen rodando por las escaleras del Templo Mayor, cayendo y quedando muerto al pie del Templo.
Sonido MIDI: Synthetic Strings 2
En lo posteriormente será interpretado como un castigo de los dioses aztecas, la Gran Tenochtitlán empieza a ser sacudida por una serie de terremotos violentos. El Gran Sacerdote, presa de pánico, acompañado por su hijo y por una doncella indefensa sube corriendo hacia la parte superior del Templo Mayor para ofrecer una doncella azteca en sacrificio para aplacar a los dioses, pero justo cuando está a punto de enterrarle el puñal y abrirle el pecho para arrancarle el corazón y elevarlo hacia el cielo, una fuerte sacudida ocasiona que tanto el Gran Sacerdote como su hijo se desplomen rodando por las escaleras del Templo Mayor, cayendo y quedando muerto al pie del Templo.
Sonido MIDI: Synthetic Strings 2
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